Quizás te perdí aquel lluvioso día. Aún suelo encontrarte en las ventanas de mi mente. Tan irreal como deseado. Tan casual y hermoso como la primera vez que mis ojos se cruzaron con los tuyos. Impactante. Esa sensación nunca lograrán borrarla de mi, nunca olvidaré tu dulce llanto
viernes, 24 de julio de 2009
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