sábado, 5 de septiembre de 2009

Un gran rayo de luz se refleja del cielo hoy en el camino que con miedo y cautela camino. Puedo
oir las melodías de el aire intentando consumirse en mi interior, intentando penetrarse en mi alma y dejar que las posea, prometiendo cuidarlas y no dejarlas escapar, guardarlarlas en el corazón y transformarlas en mi esencia.
Un cielo tan claro me rodea, un cielo en el cual con tan solo observarlo puedo ver un mundo mas allá. Un mundo diferente de convivencia mutua, de colores nunca antes vistos, de vientos inspiradores, de sonrisas que se entremezclan escamosamente.
Dejando fluir suavemente una lluvia de sentimientos, sentimientos que al caer como gotas de agua me mojan y forman parte de mi... todo es maravilloso con tal solo imaginarlo... con tal solo sentir la presencia de ese mundo en mi cabeza puedo inspirarme en ir cada vez mas lejos, llegar, alcanzar esa maravillosa utopía tan deseada que deja de ser utopía para transformarse en un increíble sueño alcanzado, algo que estaba bloqueado y lo acabo de desbloquear para poder vivirlo cada vez más adentro mio en mi alma...
Es un viaje sin regreso, un viaje que al comenzarlo y transitarlo se vuelve cada vez mas exitante, cada vez con caminos más sinuosos, pero que te incitan a seguirlos y transformar todas esas piedras que podés encontrar en el en flores que con sus colores hacen todo aún mas increíble.
Terminás de olvidarte de los obstaculos que impedian seguir adelante anteriormente para concentrarte en las escenciales cosas de la vida y culminar entregandola, sabiendo que quien entrega su vida la posee eternamente.
El mundo y la mente se mezclan y nos permiten crear un mundo interno totalmente diferente al que vivimos exteriormente, para ser llamado mundo interior y reflejar lo que cada uno tiene dentro.
Y porque no...



Escaparse allí de vez en cuando.

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